Reseña
El documento realiza una relación causal entre la integración económica; la provisión, el mantenimiento y la financiación de bienes públicos regionales (BPR), y la gobernanza regional para su constante suministro a través de fondos de convergencia o contribuciones solidarias. Se parte de la afirmación de que los pbr proveen beneficios no rivales y no exclusivos para los habitantes de dos o más países, y que para su suministro requieren un espacio regional en donde se construyan consensos que hagan posibles los procesos de cambio estructural, a partir del aprovechamiento del potencial económico local y del diálogo entre sus instituciones. Para lograr esta relación causal, se caracterizan los BPR a través de la necesidad que tienen los Estados de arbitrar externalidades fronterizas, las cuales parecen más fáciles de corregir si se incentiva la cooperación a través del esquema de gobernanza, ya establecido e institucionalizado por medio de los acuerdos de integración económica. Igualmente, la cooperación será resultado, no solamente de la supranacionalidad de los organismos que son parte de los acuerdos, sino consecuencia de la búsqueda por parte de los miembros, de la convergencia económica y la cohesión social que garantice la igualación de precios y la remuneración de factores. No obstante, a pesar del papel activo de los Estados, son solo las ventanas de oportunidad las que logran convertir una agenda sistemática en una agenda política, por lo que no es suficiente el compromiso institucional para el suministro y mantenimiento de los BPR. De acuerdo con lo anterior, para lograr un objetivo común, los países miembros de un proceso de integración económica deben fortalecer un bien público tipo club, donde a través de argumentos de convergencia logren corregir los efectos de derrame fronterizos y, con eso, aumentar el intercambio comercial