Todavía sin final.

Selección periodística desde 1950

Seleccione un formato
Impreso
$95.000
2 Unidades disponibles
Recibe de 1 a 3 días hábiles

Enfrentarse al deslumbrado periodismo de hoy cuando se ha hecho periodismo auténtico por medio siglo, sin declinar un instante, asomado siempre a la actualidad de la historia, sin confundir el sordo rumor de los acontecimientos con los artificiosos signos del farandulismo reinante, resulta muchas veces empresa llena de decepciones. Hay sin embargo una pequeña legión que ha marchado y sigue transitando sin vacilaciones el camino que lleva de la información bruta al análisis documentado. Uno de sus más caracterizados valores en Colombia ha logrado superar cuanto obstáculo se interpone ante su noción del periodismo como una de las formas más eficaces de la comunicación y la cultura. Es Antonio Cruz Cárdenas, que desde hace cincuenta años escudriña sin cesar el destino general y personal de la noticia sumergida en la corriente ineluctable de la historia. No hay en sus textos pie alguno para el invento, el chisme, la deformación o la desinformación. En cada sólido párrafo, tras cada palabra exacta, hay un conocimiento de la anterrealidad y del marco en que nace, se desarrolla y muere la noticia.El periodismo que ha ejercido Antonio Cruz Cárdenas durante más de cincuenta años se condensa en , libro que muestra apenas algunas noticias hechas cuando no había tanta tecnología y sólo el autor se servía de una máquina de escribir. No obstante, ahora, con su computador, él sigue en la brega de arrancar algo al diario vivir. Todavía sin final , libro que muestra apenas algunas noticias hechas cuando no había tanta tecnología y sólo el autor se servía de una máquina de escribir. No obstante, ahora, con su computador, él sigue en la brega de arrancar algo al diario vivir.

Prólogo de Alberto Zalamea 

Estatuas 

El triunfo de un carácter: Antonio Nariño 
Simón Bolívar libertador de fuerzas 
Una riqueza que se extingue 
12 de octubre: ¿Cuál raza?
Don Gonzalo y Bogotá: Porque voy a fundarla 
La independencia nace en Getsemaní
El mundo de hoy: Una caja de resonancias 
Todo lo que brilla…
“Secretos de El Dorado”: Otro que se fue 
Cerámicas precolombinas: Arte sin igual 
Colón navegante, Colón astronauta 
Juana La Loca 
Colón, Américo y Balboa: hallazgos del otro mundo 
Los Kogi: Una realidad encogida 
Cuautémoc…
San Agustín Risas de Piedra

Educadores 

J.M. Restrepo Millán: “Discutan, pregunten”
Hinestroza Daza: Humanismo y Derecho 

Jóvenes 
Bajo el Signo del 3
“Los Cocacolos”, muchachos de hoy 
Autonomía 
Los Nadaístas 
Juventud sin Patria… 
Juventud contemporánea: Los ídolos derriban a los padres 
En busca de la onda perdida 
Jóvenes de 1954, jóvenes de 1984: claves para un diálogo
Piero y Serrat 
Iván y Lucía: no pontificamos… solo hacemos preguntas 
Consagración del espejismo 

Creadores 

Pacho Benavides: “Canta un tiple” 
Rafael Escalona: Un “bachiller” del ritmo costeño 
Rafael Puyana: Clavecin andino
La Comedia Tropical
Dora Castellanos: “Escrito está”
Un lazo en el acantilado 
Jorge Zalamea: De pies sobre la caparazón del miedo 
Una Biografía de las palabras 
Marta Traba: Un recuerdo vivo 
Barba-Jacob, Rubén Darío y las mujeres
“El realismos socialista ha muerto”
Cuando Aracataca se transforma en Macondo 
Jorge Zalamea vive en su obra 
Conjuros de Fajardo ante el espejo 
Jorge Manrique: Coplas a las cosas efímeras
Freud: El otro yo de los demás 
Un “reloj” con despertador 
Así es Vicky
Nora, la muñeca de Ibsen, cumple cien años 
Luís Calos López 
El amargo lirismo de Juan Manuel Roca 
Quevedo: Todo un barroco 
Erich Fromm: el lado iluminado de Freud 
No creo en terremotos pero sí en socialismos 
Tiempo interludio 
Hitchock 
Marta Senn Retorna vencedora 
Godunov: Sólo vino a pasear 
María: Una sobra viva al lado de cada romántico
Ramón de Zubiría recuerda a Jorge Guillén 
Habla Sábato: “No solo por la fuerza se obtiene la justicia social”
Andrés Holguín inesperado: Un hombre de bien, experto en el mal 
Érase una vez un clérigo…
Theodorakis: “Extralimitarse es humanizarse”
“Bent”, alegato contra la intolerancia 
Ramírez Villamizar. Búsqueda de espacios abiertos 
Hoy hace 50 años asesinaron en Granada a Federico García Lorca
Una lección de Bertolt Brecha: El mafionazismo 
Manuel Hernández: “La Pintura es una viaje a lo desconocido”
¿Vendo porque soy bueno, o soy bueno porque vendo?
La música de Germán Borda: Estructuras vitales en el aire 
Un duro recorre el paisaje 
A propósito de Gómez Jaramillo: De tejas para arriba 
Alfredo Guerrero
La plastica de Elma Pignalosa 
Reviviendo a Urdaneta
Alcántara y Pombo 
Elemental, mi querido Watson… 
¿La esposa o la amante? 
Al rescate de la conversación 
El mundo de Gregorio Vásquez 
La mística de las imágenes 
Plena Luz sobre Santa María 
¿Dónde estarán los autores de teatro que quieran escribir?
No hay casualidad en la literatura 
Desde el patio sube una cometa…
Gonzalo Ariza
No hay lugar para el sueño 
Razón de ser de la chatarra 
Cuatro paredes para los sueños 
Ojos de Suesca
Para amantes estéticos
Un americano en Oriente
Cantinflas, no es cosa de risa…
Para glotones de las palabras 
Ómar Rayo 
Caipriña para tres 
Mujeres solas, mujeres espejos 
Comala: una expresión viva 
El huerto de Teyé 
Artesanias: antena con otros tiempos 
Augusto Ardila 
Una tierra ciudad violenta 
La música siempre es futuro 
Nueva cultura en la onda del rescate 
Una mujer entre los próceres 
Sesenta años de “éxtasis”
Siervo con llamas 
Valencia: el poeta más declamado en Colombia en este siglo 
Carrizosa: humor y mitología 
Laura García: Diatriba con voz profunda 
Un round de caricias 
Álvaro y Gloria, galardonados: radio y tv en perfecto acuerdo 
Alberto Martínez: una larga vivencia 
El hombre que nos hacía sonreír al desayuno 
Uno, o diez, o más, todos los secuestros son un crimen…
Las rutas de Constantinopla 
El malpensante 
Silva: “La muerte no es más terrible ni más misteriosa que la vida”
Nelly Sarmiento, escultora: hacia la semilla de las cosas 
El día en que Bolívar conoció a Beethoven
“Las estrellas son negras”: un encuentro cercano con el sufrimiento 
Importan las personas no los acontecimientos 

Políticos 

Belisario Betancur: La derecha rebelde 
¿La pena de muerte? ¡Existe! 
La mujer es la victima de la violencia 
Hombres sin tierra
Al que no quiere curas… 
Camilo guerrillero 
Piedra, lobo, león, árbol
Echandía: un jefe liberal que no deja dormir a sus copartidarios 
López
Fidel Castro
El Salvador: La octava palabra 
La paz que pregonaba Gaitán 
Dice Alberto Zalamea: “No hay enemigos en Venezuela”
El camarada Gilberto Vieira 
El diario de una frustración
“La ciudad de la alegría” 
Pesadilla para insomnes 
Publicistas y políticos 
Colombia – Estados Unidos: Rabias con esclusas 
We remember Panamá 
Una sordera deliberada y unánime
¿Es Colombia un enfermo mental?
Matar es fácil… 
El arte de convivir 
Oposición… ¿Cuál oposición?
Oratoria: Así hablaron ellos…

Temas 

La pantalla indiscreta 
Las noches de Cabiría 
Carlos Chaplin: una síntesis universal 
Una verdad de bolsillo 
La risa de la miseria 
Soy vanidoso… luego existo…
Quibdo
El hombre se venga del gato 
El día en que todos son hijos de alguien 
El “hombre – mono” me enseño a leer
Estampa del último organillero 
A salvo, en el aire limpio, del sordo fragor irrespirable 
La isla de San Andrés 
Una locura. Enloquecer de amor 
La cultura y los medios de comunicación
Monumento a la luz en el fondo de la tierra 
Publicidad 1880 – 1900
Publicidad 1900 – 1920
Muñecos: El otro yo de los niños 
Viaje de un largo tango hacia la noche 
Esos países felices 
Cacería al lugar común 
Entre el chiste y el humor 
Cuando el campo de Marte se volvió campo de muerte
¿Milagros hoy? Seria un milagro 
Hay desempleo en el más allá 
El “casi” de los colombianos 
Sólo para bebedores 
El mundo en una estampilla 
La nave de la imaginación 
Líder redil 
El misterio del hotel Bertram 
Mi reino por un zapato 
Los medios de comunicación hacia el siglo XXI 
La Atlántida: nuevamente a flote 
La cultura: entre los “subversivo” y lo “no rentable”
La sonrisa 
El único animal que goza con la muerte de otros animales…
Minerología marina: los nódulos polimétalicos 
Masones: por sus obras los conoceréis
Villa de Leiva: El turismo del silencio


Impreso

COM060140 ORDENADORES > Web > Medios de comunicación social
COM060140 Medios sociales/redes sociales
  1. Nombre
    • Antonio Cruz Cárdenas


    • Información de autor disponible próximamente.


Escribir su propia opinión
Solo usuarios registrados pueden escribir comentarios. Por favor, iniciar sesión o crear una cuenta

Publicaciones relacionados